Si tu cabello de ser el más brilloso y sedoso se volvió grasoso o si te lo teñiste y se siente tan seco como el alambre, no importa cuanto use de gel o spray o te pongas cremas o mousse, lo más seguro es que tu cuerpo está cambiando y por lo mismo tu cabello también. Empieza con lo clásico, usa primero el acondicionador y luego el champú, así es, ahora al revés, esto ayudará a darle más cuerpo a tu cabello. Si sientes que las raíces tienen exceso de aceite, mezcla la misma cantidad de loción tonificante sin alcohol en una botella con atomizador, agítala para que se mezcle bien y rocía tus raíces, termina con la secadora de cabello, recuerda mover constantemente la secadora de aire ya que si la diriges hacia un solo lugar tu cabello se puede hasta quemar.
Ahora que se habla de la secadora de cabello y la plancha para el mismo es recomendable no usarlo tan seguido, al menos déjalo descansar dos veces a la semana, de cualquier manera de estilizarlo que sea caliente. Usa la temperatura más baja de la secadora de pelo en vez de la más alta y rocía tu cabello con un producto de protección contra el calor antes de secarlo.
Si sientes que tu cabello está demasiado grasoso, el champú de aceite del árbol de té o mejor conocido como aceite de romero, te ayudará a absorber el exceso de grasa, si lo prefieres, mezcla una gotita de aceite del árbol de té, un astringente natural fantástico, con un poco de tu champú regular y luego lávate el cabello.
Si tu cabello está áspero, dale un masaje al cuero cabelludo con aceite de oliva, envuélvelo con papel transparente para envolver alimentos o cúbrelo con una gorra de baño, finaliza con una ráfaga de aire de la secadora para sellar la humedad en las cutículas y déjatelo por 20 minutos, termina lavándolo con champú y aplica el acondicionador.
