Nuestro cuerpo físico está alimentado por energía vital. El estado natural de nuestro cuerpo es la belleza, volver a reflejar la belleza natural en nosotros requiere de una armonización de nuestro cuerpo físico y de una vuelta a su estado natural.
La energía vital llega a nosotros a través de los chakras o centros energéticos, son ruedas o discos que giran en concordancia con las agujas del reloj. A través de ellos recibimos la energía vital y la adaptamos a la nuestra para poder desempeñarnos cotidianamente. Tener conciencia de su existencia y funcionamiento nos ayudará a reconocer la relación de cada uno de ellos con nuestras zonas del cuerpo y asociar las distintas disfunciones para poder abordarlas de una manera global.
Tenemos siete chakras principales a lo largo de nuestro cuerpo físico. Cada uno de ellos se relaciona con una zona específica de nosotros en todos sus campos físico, mental, emocional y hasta espiritual. Para recuperar la belleza natural y lograr una armonía en nuestro cuerpo es importante armonizar y activar el buen funcionamiento de nuestros centros energéticos.
¿Cómo hacerlo?
Los chakras inferiores, raíz, sacro y plexo solar, son aquellos que nos conectan con los placeres y el disfrute positivo de las cosas materiales y por supuesto de nuestra belleza. A medida que nos conectamos y armonizamos estos puntos en nosotros sentimos un establecimiento y una conexión profunda con nuestra base, nos sentimos arraigados y pertenecientes al espacio que habitamos.
Para mantener esta armonía y reflejar de una manera natural nuestro bienestar se recomienda caminar descalzos sobre el césped unos cinco minutos día. Permitir que los rayos de sol lleguen directamente a nosotros durante quince minutos. Realizar ejercicios de contacto con el suelo, movimientos de rodillas y caderas.
El yoga es una práctica que activa y desarrolla esta capacidad de conexión con nuestra propia energía y establece la armonía natural que reactivará la belleza en nosotros.
