El mundo actual exige cada vez más y las personas se tienen que adaptar a los cambios y a los estatutos que marca la sociedad, sin embargo, esto último en ocasiones no siempre resulta ser lo más correcto, como en el caso de una alimentación saludable.
Este concepto surgió como consecuencia de los hábitos alimenticios deficientes que estaba adquiriendo la población a nivel mundial, varios dietistas y nutriólogos se fijaron en la dieta mediterránea, la cultura del vino y en diversos estilos de vida saludables de cada país y seleccionaron los elementos más adecuados para su región, sugirieron una alimentación sana o saludable y además consideraron los elementos endémicos del lugar.
Antioxidantes: ácidos fenólicos, taninos y resveratrol
Por otra parte, analizando la cultura del vino se encontró que el consumo moderado de vino tinto o negro protege a las arterias de la enfermedades cardiovasculares y de colesterol malo al mantenerlas limpias, para que el flujo sanguíneo sea adecuado además, retrasa el envejecimiento debido a la oxidación y previene enfermedades propias del envejecimiento como el alzheimer, estas propiedades se le atribuyen únicamente a los vinos tintos y negros que contienen compuestos antioxidantes como los taninos, ácidos fenólicos y principalmente al resveratrol.
Los beneficios generales del vino tinto y negro
a) Se han detectado efectos antiespasmódicos.
b) Estimulan la secreción de bilis.
c) Ejercen acción antibacteriana.
d) Presentan efecto antihistamínico que tiende a disminuir las reacciones alérgicas
e) Actúan ejerciendo protección de las paredes arteriales fortaleciendo el colágeno y elastina.
f) Tienen efectos antioxidantes potentes previene el envejecimiento celular y protege la piel.
h) Previene las enfermedades cardiovasculares y la colesterolemía.
i) Actualmente se considera una esperanza para curar el cáncer.
j) Disminuye el estrés oxidativo.
La ingesta diaria es de 30 gramos por persona o dos vasos, el exceso no muestra beneficios y solo conduce al alcoholismo
