Todo lo que aprendas sobre tu cuerpo te servirá para mantenerlo en condiciones óptimas. Si tu atención está puesta solo en tu figura estarás descuidando aspectos importantes. Dedica un tiempo extra en la rutina de belleza habitual para conectar con todo tu cuerpo. Aprendiendo a tener mayor conciencia de él a través de ejercicio físico, una alimentación sana y relajación.
Una vez por día busca un lugar tranquilo, ambientado a tu gusto, con aromas y esencias que sean de tu agrado para potenciar el relax de tu cuerpo y de tu mente. O si prefieres puedes hacerlo al aire libre y que tu escenario sea natural, de esta manera atraerás las energías propias de la tierra.
Las técnicas de relajación pueden ser aprendidas y deben ser desarrolladas con práctica y constancia hasta incorporarse naturalmente en nuestro ser.
La respiración
Una forma simple de comenzar es la respiración abdominal. Apoya una mano sobre el pecho y la otra sobre el abdomen. Respira siempre por la nariz, de manera pausada, buscando tu ritmo natural. Deja que tu estómago se llene de aire y se dilate manteniendo inmóvil el pecho. Larga el aire lentamente por la nariz y repite entre 5 y 10 minutos.
Al realizar este ejercicio puedes contar regresivamente desde 10 a 1 mientras largas el aire e ir aumentando los segundos con la experiencia.
En un tercer día de relajación puedes agregar una imagen tranquila y pacífica a tu mente para acompañar la respiración. De esta manera irás aumentando la profundidad de tu relax.
Respiración en tres tiempos
La respiración en tres tiempos se realiza siempre por la nariz, lenta y en un ritmo natural, se lleva el aire al abdomen sin mover el tórax, luego al pecho y finalmente a los hombros. A este nivel de respiración la cuenta regresiva será desde 20 a 1 para soltar el aire y volver a comenzar. Si logras este ejercicio de respiración tu cuerpo se irá desintoxicando de tensiones y notarás como mejora tu postura.
Con tres respiraciones completas de tres tiempos en tu día, los resultados se notarán en tu semblante y actitud.
