Lo que más deseamos las mujeres en cuestión de belleza es poseer una piel súper linda, suave y tersa; que deslumbre a cada mirada y vuelva loco a nuestra pareja cuando nos toque.
Para lograr esto existen algunos pequeños secretitos muy usuales que puedes utilizar para garantizar una piel bellísima. Estos son los siguientes:
– Trata de bañarte utilizando agua tibia o agua caliente. Si utilizas agua caliente ten cuidado en el tiempo de baño para evitar resequedad en la piel.
– Mantener constantemente exfoliada tu piel. Para esto no es más que utilizar una esponja suavemente mientras te duchas con movimientos circulares. Con esto mejorarás tu circulación y eliminarás las células muertas de toda tu piel. Además obtendrás una piel súper suave (de envidia), mejorarás la llamada «piel de gallina» y ayudarás a que tu crema humectante se absorba de mucha mejor forma.
– Siempre al terminarte de duchar utiliza una crema hidratante para todo el cuerpo. Sé cuidadosa y asegúrate de aplicarla muy bien en esas áreas resecas como son los codos, las rodillas, las manos y los píes.
– Tu rostro es muy importante. ¡Claro! Es el centro de todas las miradas. No olvides aplicar una mascarilla de productos naturales como lo son la de papaya o de miel con avena al menos una vez por semana. Dejarán tu piel como la en un bebe.
– Hidrata tu cuerpo internamente. Algunas personas casi nunca lo realizan; pero es aconsejable beber al menos 8 vasos al día de agua para mantener tu piel y todo tu cuerpo hidratados.
– Utiliza un buen bloqueador diariamente. No te expongas al sol sin protección, ya que sus rayos pueden afectar tu piel provocándoles manchas y arrugas mucho mas rápido.
– Antes de irte a dormir recuerda nuevamente hidratar tu cuerpo, sobretodo esas partes más secas que antes mencionábamos; como lo son codos, rodillas., manos y piel. Si quieres obtener suavidad en estas regiones, trata de frotar éstas con aceite de almendras antes de dormir. Al despertar encontraras estas súper, súper suaves!
– y la recomendación mas importante: Si notas algún cambio extraño en tu piel, como resequedad extrema que te duela la piel, algún nuevo lunar o mancha. No olvides visitar al medico dermatólogo. Nunca juegues con tu salud.
