Hace algún tiempo, como dos años, me era totalmente imposible poder tener unas uñas fuertes y bien cuidadas porque o se me partían  se lasqueaban sin razón.

Cómo la economía no está para darnos tratamientos caros y menos en las uñas, se me ocurrió enterarme de los trucos caseros para poder tener unas uñas más fuertes.

Uno de los mejores trucos que encontré para que se me dejarán de partir, era tenerlas siempre pintadas y bien cuidadas, pero además de eso, aprendí algunos trucos caseros que os voy a decir a continuación. Seguro que algunos ya las conocéis, y si conocéis alguno más que no esté, no dudéis en contárnoslo ya así aprenderemos unas de otras.

Poner ajo en los esmaltes

Este es uno de los trucos más conocidos. Mi abuela decía que era muy útil pasarse un poco de ajo por las uñas cada día, que esto la reforzaba, pero la verdad no era una idea muy útil porque las manos olian demasiado a ajo durante todo el día. Una forma parecida pero más sofisticada, es picar el ajo muy pequeño y meterlo dentro de un brillo normal, no necesitamos que sea endurecedor.

Moderse las uñas

Muchas mujeres, aunque no nos mordamos las uñas, nos las llevamos a la boca de forma inconsciente. Esto hace que poco a poco se vayan reblandeciendo. Esto lo suelen hacer las personas que son muy tímidas, deben darse cuenta del problema y buscar hacer otra cosa con las manos cuando estén nerviosas.

Las uñas no se deben llevar mucho tiempo con esmalte, que es muy diferente a llevarlas pintadas y arregladas siempre. Cada vez que nos vayamos a pintar las uñas, debemos dejar algunas horas para que la uña respire.

Las uñas no son herramientas

Eso es algo que debemos tener claro, ni son para raspar, ni son para abrir latas ni nada por el estilo.

Si por algún motivo, la uñas se han quedado amarillas, lo mejor para darles el toque blanco normal es limpiarlas con vinagre blanco.  Si el olor a vinagre  es muy desagradable, entonces remójalas con agua oxigenada y agua caliente al menos una vez a la semana.