Es recomendable no someterse durante el verano a la depilación láser, ya que estamos más bronceadas. La depilación láser se basa en la absorción de luz por la melanina, que es el pigmento que da color al vello. El calor que proporciona la luz daña al vello, pero no a la piel. Sin embargo, si la piel está bronceada contiene una cantidad mayor de melanina, y por esa razón puede dañarse también.
Además de que puedes dañar la piel los resultados serán peores, puesto que la depilación láser funciona diferenciando al pelo negro de la piel blanca, y cuanto más oscura es la piel más difícil es hacerlo.
Si en algún centro te han ofrecido la depilación láser con la piel bronceada, desconfía de ellos. Los resultados serán peores y, lo más importante, durarán mucho menos tiempo que si te realizas la depilación durante el invierno con la piel más clara.
