A veces buscando la perfección sacamos un resultado contrario al deseado.
Nos maquillamos buscando ocultar eso que nos hace sentirnos más inseguras, para esconder los pequeños defectos que quizá solo nosotras vemos pero que estan mejor bajo una capa de pintura, para sentirnos mejor y enfrentarnos al día con más ganas y fuerza o por simple coquetería. Sea por lo que sea hay que tener cuidado, a veces lo que intentamos se nos vuelve en contra.
Por ejemplo la base de maquillaje. Si utilizamos una base hidratante lo más acorde a nuestro tipo de piel (lo ideal es un punto por encima de nuestro color) y sin pasarnos ni insistir en las zonas con defectos (arrugas, cicatrices, etc) obtendremos un resultado positivo. Si por el contrario cogemos una base pesada, de un color claramente más oscuro que el de nuestra cara o demasiado claro, poniendo varias capas intentando ocultar las patas de gallo o la arruguita del entrecejo el resultado será la temida máscada de maquillaje con la que no dejarán de mirarte pero para mal.
El corrector de ojeras debe estar en su justa medida. Si pones de más acentúas las bolsas o se denota que procuras esconder la mancha violácea. No lo uses por toda la parte de abajo del ojo, simplemente por las zonas más oscuras, da ligeros toques con los dedos para extenderlo o utiliza un pincel que lo haga, para que quede lo más difuminado posible y no como si hubieras ido a la playa y no te hubieras quitado las gafas de sol.
Si también te pasas con los polvos compactos la piel parecerá cuarteada y seca, en definitiva, mayor de lo que es. Utiliza pocos, exparcidos y translucidos y espárcelos con una brocha gorda.
El rimel es básico. Siempre. Si te pasas la máscara de pestaña en las de arriba y abajo tus ojos parecerán más grandes y los defectos alrededor de tus ojos pasarán desapercibidos. El color que utilices en los ojos siempre acorde a tus gustos, la moda, tu vestido, etc. Pero recuerda que si sobrecargas ojos, en labios un brillito y listo y al revés. Unos labios rojos, con una rayita en el ojo y fin. De lo contrario parecerás un payaso.
Si ya tienes una edad, los labios delinéalos con un perfilador de tu color y utiliza colores suaves. El rosa es el que mejor te irá. Igual que el color que apliques en los pómulos. Huye de los metalizados o muy rojizos y apuesta por los rositas colocándo más cantidad en el mentón.
