Los masajes son la herramienta terapéutica más antigua que el ser humano ha venido utilizando como un recurso natural contra el dolor.
El masaje es una forma de estímulo físico, normalmente manual, que provoca reacciones biológicas, metabolicas, psicológicas y sociales beneficiosas para el organismo. Con el tiempo se descubrieron también sus beneficios para la belleza, entre ellos reducir el volumen corporal y mejorar el aspecto de la piel.
Los masajes se pueden realizar por una misma, pero lo mejor es acudir a centros de belleza donde profesionales de la estética saben cómo actuar en los distintos puntos del cuerpo.
Los masajes para reducir volumen tienen incidencia sobre el tejido conjuntivo
y, además, ayudan a una mejor circulación como el masaje de drenaje linfático e intravenoso. Gracias a la presión que se ejerce, se liberan las toxinas y las grasas de los tejidos, lo que facilita su eliminación y son de gran ayuda para reducir volumen y celulitis.
Para que los masajes sean más efectivos, se deben acompañar de gran ingesta de frutas y verduras, mucho agua e intentar moverse todo lo posible para así conseguir movilizar más grasa.
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También deben complementarse con otros tratamientos, como la endermología, el drenaje linfático, la mesoterapia, el ultratone o el ultrasonido.
Lo primero es determinar el tipo de grasa de cada persona para, posteriormente, localizar las zonas a tratar. El masaje de estas zonas consigue que, poco a poco, las grasas se movilicen.