La naranja es un fruto cítrico que tiene propiedades curativas porque es ácida, y el ácido es depurativo y oxidante, desinfectante y 
microbicida. Las propiedades curativas de las frutas cítricas son diversas ya que depuran el organismo y favorecen la regeneración de tejidos.
La piel de la cara es una de las zonas más afectadas por los agentes externos. En invierno el frio puede resecar nuestra piel y apagar el tono. El “agua de naranja” es una solución casera para aportar luminosidad a nuestro rostro, un truco con resultados visibles desde la primera aplicación.
Para preparar el agua de naranja para mejorar nuestra piel solo tienes que hervir una cáscara de naranja a fuego medio durante 20 minutos y aplicarlo cómo un tónico (con la ayuda de un disco de algodón). Puedes guardar el agua en la nevera y así potenciarás su efecto. Recuerda que, como es un producto natural ¡puedes aplicarlo siempre que quieras!
