Si se tienen labios secos, un buen consejo es aplicar una capa generosa de miel con la yema del dedo y por encima vaselina. Dejar actuar la mezcla durante unos quince minutos y luego removerla con una toallita desmaquillante. La piel recuperará su tersura y los labios quedarán suaves y bonitos.
Para quienes suelen tener los labios resecos y agrietados, les recuerdo que siempre se puede recurrir a un hidratante natural mundialmente conocido: el pepino. Debemos lavar muy bien la pieza y cortar un o dos rodajas con las que procederemos a masajear los labios. Esto debe hacerse dos o tres veces al día y el efecto reparador y rehidratante nos sorprenderá.
Los herpes bucales son causados por un virus y provocan dolorosas molestias, además su efecto se agrava con el estrés. Un cubito de hielo, envuelto en un paño fino y aplicado sobra la zona afectada, aliviará el dolor, reducirá la hinchazón y será de gran ayuda para que estos molestos herpes desaparezcan lo antes posible.
Otro elemento imprescindible a la hora de combatir los herpes bucales y las llagas que estos producen es el aceite del árbol del té, que puede adquirirse en parafarmacias y/o en tiendas naturistas. Con las manos muy limpias se deben aplicar dos o tres gotas en la llaga y masajearlas suavemente a la mañana y a la noche. Este producto es un fantástico antiséptico y cicatrizante natural.
En verano, entre el sol, el viento y la sal del mar o el cloro de la piscina, es normal que nuestros labios sufran y se terminen agrietando. Para combatir unos labios partidos, escoge una hoja de aloe vera y córtala para extraer su gel. Aplícatelo con un suave masaje con la yema del dedo, déjalo actuar toda la noche y enjuágalo con agua tibia a la mañana. En pocos días tus labios lucirán más hermosos que nunca.
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