Consejos para no tener la piel reseca

La piel produce de manera natural un aceite llamado sebo. Cuando se produce demasiado de este aceite, es muy común que se salgan granos y puntos negros. Sin embargo, es muy importante tener sebo en la piel para mantenerla hidratada y proteger las células de infecciones. Si la piel no secreta suficiente sebo se reseca y puede llegar a causar picazón, lucir escamosa e irregular o con manchas rojas.

Alguna de las causas más comunes de la falta de sebo en la piel y su deshidratación pueden ser:

• Clima frío.
• Aire muy seco.
• Exposición a químicos fuertes en jabones u otros productos.
• Lavarse la piel de manera excesiva.
• Ph de la piel desequilibrado.
• Condiciones y afecciones de la piel, como dermatitis atópica, dermatitis seborreica y psoriasis.
• Diabetes.
• Hipotiroidismo.
• Consumo de cigarrillos.
• Pasar demasiado tiempo bajo la luz solar directa.

Todos estos son factores que posiblemente estén causándote una piel reseca, opaca y escamosa. Por esta razón es necesario que evites estar expuesto a ellas (en el caso de la luz solar y el clima muy frio por ejemplo) y comenzar a tratar tu piel para que no empeore. La resequedad puede tratarse utilizando varios métodos diferentes. La mejor opción de tratamiento para ti dependerá de la causa de la piel y de la severidad. Los tratamientos también varían entre diferentes tipos de piel, que puede ser normal, seca, grasosa o mixta.

1) Hidratarla diariamente

Los humectantes, hidratantes y cremas mejoran exponencialmente la función de barrera natural que tiene la piel, y esto promueve que haya una mayor retención de agua. La mejor rutina que puedes tener para hidratar es lavarla durante la mañana y la noche para después humectarla con una crema apta para tu tipo de piel. También puedes utilizar mascarillas frecuentemente.

2) Utilizas productos que no sean abrasivos

Los jabones que contienen alcohol, perfume, colorante y otros químicos pueden irritar y secar tu piel, empeorando aún más tu situación. Lo mejor es elegir productos para limpieza o jabones faciales suaves, sin olores y evitar los productos que contienen demasiados químicos, colores artificiales y plásticos.

3) Hábitos de higiene

Utilizar agua tibia en lugar de caliente cuando te bañas o lavas la cara mejorará muchísimo tu piel. Esto es porque el agua caliente puede eliminar los aceites naturales que secretas. Además, pasar mucho tiempo bajo el agua puede eliminar el sebo de tu piel. Lo más recomendable es ducharse durante no más de 10 minutos.

4) Hidrátate diariamente

Este punto no es igual al primero, este no se trata de hidratar tu cuerpo con cremas o emulsiones, sino con agua. El agua es la fuente de la vida, es muy saludable tomarla, y entre los beneficios que ofrece es la mejora de la textura de la piel. Lo recomendable es tomar dos litros por día, esto dependiendo de tu contextura física y hábitos.

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