Mantener la piel sana y con un juvenil aspecto es la mejor opción para quien desea sacar todo el partido a su presencia. Dejando de lado esas privilegiadas y privilegiados que, bien ya de adolescentes o en la madurez, poseen pieles de una naturaleza envidiable, la mayor parte de las personas necesitan cuidados extras en su piel.
Algunos de los productos ofrecidos en el mercado no son convenientes para determinados tipos de piel. Sin embargo, muchos ciudadanos no son conscientes de ello y echan mano de la primera crema o aceite cuya etiqueta promete portentos. Tanto hombres como mujeres participan hoy en un mercado que no ha parado de crecer desde hace décadas: el de la cosmética y todo tipo de productos y cremas para cuidar la piel.
Pero no todos saben que muchos productos puestos a la venta para estos fines contienen alcohol, un componente indispensable en otros ámbitos, pero que en este caso es irritante y produce sequedad. También se suele ignorar el efecto que los aceites minerales producen en las capas de la piel, así como se desconocen la mayor parte de las características reales de unos productos en los que el marketing juega un papel esencial.
Las ceras, cremas y aceites vegetales y esenciales naturales nos dan la posibilidad de seguir profundizando en el mundo de los remedios caseros, hechos a partir de productos totalmente naturales sobre los que tendremos control. Por supuesto, podremos hacer nuestras cremas para que nos sirvan en todas las fases del día, desde la mañana hasta la noche.
Y para la noche, nada mejor que nutrir la piel y de paso suprimir los restos de suciedad y maquillaje con un aceite vegetal suave (de hueso de albaricoque, coco o almendras dulces) o bien con una crema casera que podremos fabricar nosotros mismos, y para la que necesitaremos: 15 g de cera de abeja, 6 gotas de aceite esencial de rosa, 120 ml de aceite de almendras y 50 ml de agua de rosas. Una vez reunido todo, echaremos la cera en un bol de vidrio resistente al calor, junto con el aceite de almendras, y lo calentaremos al baño maría. El agua de rosas se calentará aparte y se verterá cuando la primera mezcla esté hecha. Más tarde añadiremos las 6 gotas de aceite esencial. Luego todo se mezclará bien, se refrigerará y así obtendremos una estupenda y natural crema casera de noche.