Las varices son venas dilatadas y retorcidas, visibles sobre la superficie de la piel, que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón.
Las varices aparecen habitualmente en las piernas, aunque también se pueden desarrollar en otras partes del cuerpo.
Normalmente, las varices no causan problemas médicos, aunque en algunas ocasiones requieren un tratamiento especial para aliviar el dolor. También pueden producir coágulos y otras complicaciones. Algunas personas deciden operarse por motivos estéticos. Otros lo hacen por necesidad.
La esclerosis es un tratamiento bastante efectivo para combatir las varices cuando se aplica a venas de pequeño calibre. Consiste en inyectar dentro de la vena un medicamento o esclerosante mezclado con un anestésico local, el cual inflama las paredes de este pequeño vaso sanguíneo.
En una primera consulta, el especialista realizará la evaluación del problema de varices. La primera sesión de esclerosis dura aproximadamente entre 20 y 30 minutos.
El tratamiento se repite dos o tres veces hasta que la variz queda destruida, lo que elimina el paso de sangre a su través, haciéndolas desaparecer a la vista.
El número de sesiones necesarias dependerá de la severidad y del número de venas a ser tratadas. Aunque un gran número de pacientes notarán cierta mejoría ya en la primera o segunda sesión.
La esclerosis de varices es un tratamiento bastante seguro e indoloro que puede aplicarse a cualquier tipo de piel.
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