Hace unos meses se llevó a cabo un estudio en una universidad canadiense que explicaba qué cosas aprecian más los hombres de las mujeres o en que se fijan más.
Paradógicamente, los hombres se han distanciado mucho de su anterior estilo y ahora en vez de buscar mujeres con curvas exageradas (que era una cuestión psicológica, ya que se pensaba que las mujeres con caderas más grandes podían tener más hijos y más rápido), ahora buscan mujeres más inteligentes que guapas. Esto ha cambiado en las mujeres, que antes buscaban hombres inteligentes y ahora prefieren sin duda, hombres guapos y que se cuiden físicamente.
Esto no quiere decir, que prefieran las mujeres que no se cuiden o que vayan desarregladas, debe ser un punto medio entre una cosa y la otra, predominando la inteligencia.
Algo muy contradictorio entonces es ¿por qué cuando los hombres son infieles, dicen que lo fueron por qué sus esposas se descuidaron físicamente?, ¿no se supone que mira un aspecto mental más que físico?
Qué buscan los hombres en las mujeres
Independencia
Los hombres admiran a las mujeres que buscan su propio espacio aunque no lo quieran admitir, admiran que puedan dejar sola a una mujer en una fiesta y ella sepa deselvolverse bien y que además tenga su propia vida social para poder salir con sus amistades, esto permite que el hombre pueda hacer sus cosas solo sin la necesidad de posponer nada, porque ambos tienen compromisos. También permite que la relación respire.
Espacio
Esto consigue que el hombre pueda y tenga la posibilidad de extrañar a una mujer, es decir, cuando una persona está todo el día encima de un hombre sin dejarle espacio para respirar o lo llama cada 5 minutos como si fuese su madre hace que el hombre no tenga tiempo de extrañar a su pareja, lo que consigue que se termine agobiando.
En esta parte, también entra la necesidad que tiene la mujer de curiosear todas las cosas del hombre, pensemos como nos sentaría que él vigilase todos nuestros movimientos y nos “engañase” revisando nuestras cosas en secreto mientras nos estamos duchando, ¿cómo nos sentiríamos entonces?
