La elección de muebles para ambientar y decorar ambientes debe realizarse con sumo cuidado y teniendo en cuenta no sólo las tendencias sino también las funcionalidades. Es común que en un primer momento se opte por adquirir lo más esencial como los armarios, las mesas de luz, las cómodas, los sillones y demás elementos que se utilizan a diario. En lo que respecta a los tocadores, suelen adquirirse posteriormente aunque tienen una funcionalidad por demás importante.
Hay una gran variedad de tocadores disponibles en el mercado y se puede optar por comprar en una tienda de muebles o recurrir a un carpintero que lo realice a gusto y semejanza. Sin lugar a dudas, lo más económico y rápido es optar por comprar en un comercio dado que cuentan con diseños estandarizados pensados para ser funcionales y prácticos.
Ahora sí, veamos cuáles son los beneficios y cómo elegir el ideal.
Fuente: Pixabay
Estilo y diseño
Al momento de adquirir mobiliario nuevo es importante identificar el estilo de la habitación para que no desentone con el resto de elementos presentes en el ambiente.
Es por ello que tienes que prestar atención a los colores y materiales para buscar un tocador similar.
Selecciona más de uno
Sabemos que es una sugerencia llamativa pero te explicaremos por qué es fundamental tenerla presente.
Es bastante común “el amor a primera vista” en referencia a los tocadores, esto se debe a que hay diseños atrapantes, típicos de las películas y que hacen sentir que son los indicados con tan solo darles un vistazo.
Sin embargo, más allá de lo estético, es importante tener en cuenta las especificaciones y, al haber tanta variedad, lo recomendable es evaluar todas las opciones.
Revisa el espacio de guardado
Los distintos tamaños en los cajones es fundamental para un tocador dado que permite una mejor organización del maquillaje, cremas y distintos cosméticos.
En los casos en los que el armario o ropero no tiene suficiente espacio, los tocadores más recomendados son aquellos con cajones amplios para el guardado de indumentaria.
Además, contar con cajones de distintos tamaños y espacios de almacenamiento para los portacosméticos permiten que la mesa esté más organizada y evita derrames o roturas de las paletas de sombras, por ejemplo.
Fuente: unsplash
Elige bien el material
Con el objetivo de tener un tocador que sea fácil de mantener y perdure en el tiempo, es esencial evaluar su materialidad y tono.
El tocador blanco es sin duda el más elegido por ser elegante y aportar luminosidad al ambiente. Sin embargo, más allá de los gustos, hay que tener en cuenta que es un mueble en el que se van a manipular elementos que manchan fácilmente tales como sombras, brochas con rubor, vasos con líquidos o incluso papeles y biromes. Por esta razón, elige un material que sea fácil de limpiar y resistente a los derrames.
Apliques de luz sectorizada
El tocador está compuesto por la mesa, cajones y un amplio espejo. Una recomendación importante es que se le coloquen lamparitas alrededor del espejo o una luz de techo para que sea un lugar luminoso y sea más cómodo al momento de maquillarse.
Fuente: unsplash
Dimensiones correctas
Por último, y no por ello menos importante, es necesario verificar que las medidas sean las correctas para el espacio en donde será colocado y para tener suficiente superficie de apoyo.
Otro punto a resaltar es que una correcta altura del espejo es fundamental dado que no debe estar ni muy alta ni muy baja y siempre va a depender de cada persona cuál es la medida correcta.
Una vez elegido el tocador ideal puedes proceder con el taburete o silloncito que lo acompañe para priorizar la comodidad; ¡eso sí! verifica que no sea demasiado alto y que tus rodillas no se golpeen con los cajones.