Lo más recomendable es no abandonar algunos hábitos para evitar el efecto yo-yo.
Apenas quedan días para la llegada de la estación que más partes del cuerpo al aire deja. Es por eso que, desde hace meses, muchas nos empeñamos en hacer lo que popularmente se ha llamado «operación bikini». Pues bien, en la última fase se pueden hacer unos últimos esfuerzos, un pequeño y último empujón para alcanzar nuestras metas, siempre recordando que luego nada es milagroso y hay que mantenerse.
Aumenta tu consumo de agua, te saciarás en esos momentos de «hambre innecesaria» e hidratarás tu piel y tu cuerpo ante el intenso calor que se aproxima.
Toma más fruta. Recurre a cerezas, por ejemplo, que son de temporada y te ayudarán encima a ir al baño con más facilidad y depurarte.
Evita la carne roja. Sustitúyela este mes por pavo o pollo, más fácil de digerir y que te hará sentirte menos pesada.
No tomes café, cambialo por té verde que es depurativo y digestivo.
No tomes bebidas con gas aunque sean light. Te sentirás hinchada aunque no ganes peso.
No comas entre horas. Si lo haces que sea sólo fruta tipo manzana. Si no puedes resistirte algunos frutos secos te darán energía pero no abuses.
Reduce tus cenas, toma menos cantidad y que sea más temprano. El estómago tiene su ritmo y se apaga su funcionamiento cuando se apaga la luz del sol, y aunque en verano eso es muy tarde no conviene tentar a la suerte.
Nada de alcohol, engorda más que un bocata de jamón y no es nada sano.
Y aumenta tu ritmo de ejercicios. La piscina es un buen lugar para quemar aquellos kilos que aún te sobran.
Y por último recuerda que todo en esta vida es reversible y que lo que has conseguido, y tu trabajo te ha costado, puede desaparecer en apenas dos semanas, así que evita los excesos de verano para evitarte hacer una «operación otoño» en apenas unos meses.