Es de sobra conocido el famoso dicho de “para estar guapa hay que sufrir”; esto no tiene por qué ser así en los tiempos de hoy, pues ya hay remedios para todo.
Lo que más duele a la hora de intentar ponerse guapa es la depilación. Empecemos por arriba, las cejas es sin duda lo que más duele, pues se trata de una zona muy sensible la que estamos tocando, la del ojo. Para intentar paliar los pinchazos y el posterior enrojecimiento que causa depilar la zona de las cejas, podemos aplicarnos hielo antes de proceder a la depilación, pues el hielo adormecerá nuestra piel para que nos duela menos. Se trata de un remedio casero muy efectivo. Una vez termines de depilarte las cejas, aplica una capa de crema hidratante sobre la zona depilada, pues se reducirán las rojeces inmediatamente. También notarás tu piel mucho más nutrida.
Otra de las zonas a depilar que nos suele costar mucho son las axilas. Por eso, la técnica más recomendada a utilizar en esta zona es el láser, pues eliminará el vello sin dañar la piel de las axilas y sin dañar al pecho. Pero evidentemente no se trata de una manera asequible de depilación, pues tiene un precio mucho más elevado que los métodos convencionales. Así que lo mejor para las axilas son las depiladoras o la cuchilla de afeitar.
Las ingles también son una zona muy sensible de afeitar, por lo que se deberá tratar también con mucho cuidado. La cera de depilar y la depiladora suelen ser los métodos más utilizados para la zona de las ingles.